Desde hace décadas las grandes empresas de maquinaria agrícola y software han desarrollado tecnología de punta para agricultura extensiva de precisión, a través de herramientas que van desde la geo referenciación satelital, pasando por los más sofisticados análisis de clima y proyección de cosecha,
a través de herramientas que van desde la geo referenciación satelital, pasando por los más sofisticados análisis de clima y proyección de cosecha,
que han llevado finalmente a paquetes tecnológicos donde básicamente hoy se cuenta con robots semi-automatizados que siembran, cosechan, fumigan y hacen mediciones.
La realidad de nuestra horticultura en la región es que ha estado muchos pasos atrás de dichos cultivos extensivos, dada también la naturaleza de estos ya que en su mayoría son cultivos intensivos con gran cantidad de labores manuales, que van desde siembras, podas, hasta las cosechas, estas labores se realizan muchas veces en zonas montañosas, donde el terreno no permite el acceso a maquinaria.
Estas condiciones y el relativo menor tamaño de áreas han hecho que los grandes jugadores de hardware y software no pongan su atención allí, es ahí donde cobran importancia las reciente startup locales que nos viene sorprendiendo con tecnologías especializadas que permiten digitalizar los millones de datos que salen de las variables del cultivo, como son el clima, las labores, los monitoreos, la fertilización y las cosechas.
A través de estos desarrollos de software se puede capturar información mediante monitores con tabletas y teléfonos inteligentes, drones y cámaras de alta capacidad, para hacer reportes que les permita a los agricultores tomar decisiones a tiempo, para garantizar cosechas abundantes de buena calidad que redunden en un negocio sostenible y rentable.
El siguiente nivel es integrar todas estas variables para predecir modelos de trabajo, proyectar cosechas, proyectar recursos y en conclusión automatizar la mayoría de las decisiones técnicas del día a día.
Gracias a herramientas como la Inteligencia Artificial que permite tomar millones de datos y hacer análisis cruzado de la información en mega servidores con la capacidad de análisis de miles de cerebros humanos en un segundo.
Este avance tecnológico está cambiando por completo la mayoría de los sectores y tarde o temprano revolucionará la forma en que cultivamos. Detrás de esta tecnología, la inteligencia artificial juega un papel importante, gracias al avance en análisis de imágenes y video en tiempo real y los algoritmos de inteligencia artificial que generan aprendizaje, hoy la agricultura cuenta con recursos tecnológicos invaluables para mejorar la productividad, el manejo de plagas y enfermedades y el control de cosechas.
Este gran salto se ha dado gracias a los avances de la plataforma Cloud que ofrecen compañías como Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud Platform, estos proveedores son fundamentales para las compañías de desarrollo de software, las cuales pueden acceder a estas tecnologías a costos manejables, lo que ha conllevado a un gran desarrollo de estas tecnologías aplicadas a la agroindustria.
Desde el sector de flores y agroindustria en Colombia emerge la startup Digifarm con su plataforma de servicios web, quien se encuentra desarrollando un proyecto de inteligencia artificial en este segundo nivel de integración de la información, a través de análisis multivariado del Big Data (Inteligencia Artificial) que le permitirá brindar soluciones prácticas y concretas a sus clientes agroindustriales, aportando a su cadena de valor una significativa herramienta que apoyará el desarrollo de los productos agrícolas en mira de la competitividad global.