El control de patógenos como Botrytis en ornamentales se hace cada día más complicado, entre otras razones, por la salida de productos del mercado por temas de resistencia o restricciones de uso; esta situación obliga a buscar estrategias para obtener los máximos beneficios biológicos de cada ingrediente disponible; cada nuevo nicho, modo de uso o beneficio colateral, son una oportunidad de lograr sostenibilidad en la producción agrícola.
Según la FRAC (1) y el PPDB (2), el Diethofencarb (Atticus Interoc) es un fungicida N-fenil carbamato, con actividad sistémica y efectos preventivos y curativos sobre muchos patógenos, en especial Botrytis, en los cuales afecta la polimerización de la beta tubulina, inhibiendo la mitosis, de forma similar a como lo hacen los fungicidas benzimidazoles (carbendazim, benomil, thiabendazol) y tiofanatos (tiofanate metil), ingredientes que han sido usados de forma masiva, hasta que problemas de resistencia han derivado
derivado en su salida por falta de eficacia; que ofrece entonces el diethofencarb, que justifique su aplicación como alternativa para el manejo de botrytis en cultivos donde la tolerancia de la enfermedad a benzimidazoles ha hecho inviable su uso?.
Existe un fenómeno denominado resistencia cruzada negativa, es una situación en la que patógenos que adquieren resistencia a una toxina, se tornan hipersensibles a otra (relacionada o no), y es común, aunque no obligatorio, que se dé la respuesta inversa; según esto, aplicar dos activos con resistencia cruzada negativa, reduce en gran medida los problemas de resistencia asociado con cualquiera de los dos componentes, ya que el surgimiento o incremento de resistencia contra un activo, confiere automáticamente mayor sensibilidad contra el otro.
La literatura reporta la existencia de un patrón de resistencia cruzada negativa entre benzimidazoles con Diethofencarb (1,3,4), hecho que abre la posibilidad de recuperar la eficacia del control de muchos patógenos con base en mezclas o rotaciones de estos activos.
La expresión de este fenómeno entre benzimidazoles y Atticus es claramente un azar genético, que no tiene relación con eventos de potenciación o sinergia entre activos, como el bloqueo de enzimas de la familia P450 como pudiera pensarse, pues aunque de hecho todos estos activos son inhibidores de estas enzimas, y pueden potenciar otros activos diferentes al reducir su degradación (6, 7), la disminución de degradación metabólica no explica la hipersensibilidad de doble vía que se observa en el fenómeno.
El hecho que la resistencia cruzada negativa se base en expresión genética, como ocurre en Botrytis, mantiene abierta la posibilidad que un gen diferente pueda llegar a desarrollar resistencia a ambos activos (5), y que, aunque no impide que podamos aprovecharla a nuestro favor, si obliga a tomar medidas claras para mantener la sostenibilidad del fenómeno. La estrategia para dar sostenibilidad al aprovechamiento de la resistencia cruzada negativa incluye 2 puntos: a) involucrar un tercer activo no relacionado, de forma que este elimine los individuos que puedan desarrollar resistencia múltiple a benzimidazoles y Diethofencarb; y b) definir según el caso que conlleva menos riesgo, la mezcla o la rotación de activos, siendo esta última más engorrosa pero más eficaz, cuando se habla de patógenos endémicos con intervalos cercanos de aplicación como es el caso de Botrytis en flores.
De la interacción entre Atticus y benzimidazoles surgen beneficios para el usuario final:
- Control sistémico preventivo y curativo de Botrytis, incluso a cepas tolerantes a benzimidazoles
- Incremento en capacidad de control de activos pesticidas sistémicos en mezcla, tanto fungicidas como insecticidas, por la acción del diethofencarb sobre enzimas P450
- Recuperación de benzimidazoles y tiofanatos como herramienta de control para un rango de patógenos
- Sostenibilidad de la producción al brindar una herramienta más para el manejo de patógenos fungosos.
Atticus de Interoc llega al mercado de ornamentales y otros cultivos en Colombia, como una nueva herramienta de rotación de fungicidas para el control de Botrytis, aportando no solo su actividad fungicida intrínseca contra este patógeno, sino también permitiendo recuperar activos descartados por resistencia como los benzimidazoles, ampliando así la oferta de activos para control que asegure la sostenibilidad en el manejo de los problemas fitosanitarios.
Referencias
- FRAC; www.frac.info/docs/
- PPDB; https://sitem.herts.ac.uk/aeru/ppdb/
- Carbendazim resistance in field isolates f Sclerotinia sclerotiorum in China and its management; Crop Protection, Volume 81, March 2016, Pages 115-121; Zu-Qing Zhu 1, Feng Zhou 1, Jin-Li Li, Fu-Xing Zhu, Hong-Ju Ma
- Antidote Activity of Emodin (18) Against Diethofencarb (15) in an MBC Resistant Strain of Neurospora crassa; Studies in Natural Products Chemistry, 2000; S. Tahara, J.L. Ingham
- Fungicide resistance: the assessment of risk; FRAC Monograph No.2 second, (revised) edition, 2007; K J Brent; C Magna; D W Hollomon
- New Cases of Negative Cross-resistance between Fungicides, Including Sterol Biosynthesis Inhibitors; Journal of General Plant Pathology; Volume 66, pages 75–81, (2000); P. Leroux, F. Chapeland, A. Arnold, M. Gredt;
