El Microcosmos del Suelo

Francisco J. De la Torre - Gonzáles. Departamento de Investigcion, Desarrollo e Innovación, Innovack Global 

Ali Asaff - Torres.  Director de Investigacion y Desarrollo de Innovack Global 

Día con día, en diferentes partes del mundo, la tierra nos envía mensajes sobre los diversos y enormes cambios por los que está atravesando, fruto del calentamiento global: desde patrones meteorológicos extremos que amenazan la producción de alimentos; hasta el aumento del nivel del mar que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas. Sin embargo, en los últimos años se vienen planteando diversas estrategias para revertir o al menos reducir los efectos del cambio climático. Un documental de Netflix llamado “Kiss The Ground” (“besa el suelo”) ha comenzado a llamar la atención de millones de personas en todo el mundo mostrando un “nuevo y a la vez antiguo enfoque” de la agricultura, llamado “agricultura regenerativa”, el cual tiene el potencial de “curar” el suelo, revivir los ecosistemas, reponer nuestros vastos suministros de agua y alimentar al mundo, siempre buscando un impacto de fondo en el bienestar y equilibrio climático de nuestro planeta. Dicha regeneración depende directamente de la relación de buenos vecinos y trabajo en equipo entre los microorganismos del suelo y las plantas, aspectos en los que Innovak Global aporta con varios de sus productos y comparte los principios de que “La solución puede estar justo debajo de nuestros pies”.

¿Pero cuántas veces nos hemos detenido a pensar que tipo de vida existe en el suelo y los cambios que sufre?

En los últimos años, de acuerdo con los mensajes emitidos por el planeta, la sostenibilidad agrícola ha cobrado interés y por lo tanto ha aumentado el estudio hacia los seres microscópicos que habitan en el suelo. En él conviven una gran variedad de microorganismos, entre los que se incluyen millones de bacterias, hongos, actinomicetos, protozoos, etc. Dichos microorganismos constituyen un gran grupo de seres vivos y es aquí donde nace el término de “microbiota”, el cual hace referencia a cuando estos microorganismos se agrupan en comunidades y se hace relevante el estudio de las especies que lo conforman, especialmente a su genoma (microbioma) ya que estas funcionan en conjunto (inecol, 2020).

Algunos de los microorganismos que habitan en el suelo se asocian y forman la rizósfera. La importancia de estas comunidades para las plantas fue demostrada en 1904, cuando Lorenz Hiltner definió el término rizósfera y desarrolló investigaciones acerca del crecimiento vegetal y la protección contra patógenos, con la hipótesis de que la microflora presente en la rizósfera tenía que ver con la resistencia de las plantas frente a los patógenos (Hartmann, Rothballer, & Schmid, 2008). También debemos saber que las poblaciones microbianas en la rizósfera, no superior al milímetro de espesor, son considerablemente mayores que la del suelo sin raíz, diferentes en composición de especies y son fisiológicamente más activas.

Imagen2FIGURA 1. La rizósfera y su microambiente, ( Philippot et al, Microbiology, 20139 

La microbiota más estudiada es la que se asocia a la raíz, ya que los microorganismos presentes en la rizósfera son los responsables de estimular el desarrollo vegetal y contribuir a la salud de las plantas. Los microorganismos favorecen a la absorción y disponibilidad de nutrientes como el nitrógeno, el fósforo, o el hierro; producen moléculas idénticas o similares a hormonas vegetales que impactan en el desarrollo del sistema radicular; modulan la respuesta a estímulos ambientales y estimulan el sistema de resistencia de las plantas para que puedan defenderse del ataque de organismos patógenos de manera eficaz (Quintero et al. s.f).

De acuerdo con lo anterior, posiblemente se pregunten si Innovak aporta con productos y tecnología para cuidar del suelo y favorecer la simbiosis de microorganismos benéficos con las raíces de las plantas, ¿tiene también la forma de medir estas interacciones? Y la respuesta es por supuesto que sí.

En lo cotidiano, nos es posible recibir muestras de suelo para analizar desde diversos enfoques el mundo de microorganismos, ya sea por métodos clásicos o utilizando tecnología de frontera como la del ADN de la microbiota total. Se cuentan con herramientas moleculares como qPCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa Cuantitativa) la cual nos permite conocer la cantidad de hongos y bacterias que hay en una muestra de suelo (relación hongos: bacterias).

Así como podemos cuantificar microorganismos, también nos es posible realizar la amplificación a nivel genoma de hongos y bacterias provenientes de muestras de suelo por medio de la técnica de secuenciación, con el propósito de identificar puntualmente patógenos (los malos) que están afectando a los cultivos y también a los buenos (fitobenéficos) quienes ayudan al desarrollo de las plantas y/o a la toma de nutrientes.

Otra técnica muy utilizada es la huella genética. ¿A qué se refiere esto? En el ADN está guardada toda la información necesaria para el desarrollo de los seres vivos. Los individuos de la misma especie comparten gran parte de esta información (secuencia de ADN), pero existen pequeñas variaciones en determinadas regiones que son propias de cada sujeto (Instituto Bernabeu, 2020). Estas zonas se denominan marcadores genéticos que, como un código de barra de cualquier producto de super mercado, suelen ser únicos y exclusivos, lo que nos permite utilizarlos para la identificación de organismos, ya que dos seres de diferentes especies es muy poco probable que tengan en común los mismos marcadores genéticos. En el caso particular de microorganismos, la huella genética es utilizada como herramienta para observar la diversidad microbiológica en las muestras de suelo de interés. Esto viene acompañado de la técnica de electroforesis la cual nos permite observar el patrón bandas que se genera para cada individuo y que podemos visualizar por medio de una lampara de luz UV lo que nos permite comparar entre sí.

Imagen1

Dicha experiencia y habilidad en el manejo de estas técnicas nos han permitido llevar a cabo aplicaciones interesantes en el sector agrícola pensando en dejar huella en este mundo a través de una naturaleza sustentable.

Ahora sabemos que, en nuestro mundo de constante cambio, el estudio y comprensión profunda de todo aquel habitante del suelo, ampliará nuestro entendimiento de la relación compleja entre el suelo, los seres microscópicos que viven en él (microcosmos) y las raíces de las plantas, información que nos ayudará a desarrollar cultivos más productivos saludables asegurando el acceso a alimentos suficientes de alta calidad. “El futuro de la producción y calidad de los alimentos se basa en el manejo de la raíz” (Luis Roberto Medina Vega, Fundador de Innovak Global). Además, un buen manejo de los ecosistemas agrícolas permitirá curar nuestro suelo y con ello aportará a curar nuestro clima, desarrollando un círculo virtuoso necesario para una agricultura sostenible y sustentable a beneficio de futuras generaciones.

Artículo Microcosmos 1

Fotografía. Guillermo Moriel. 

Referencias
Burton, M.A, et al. (2020). El potencial del microbioma en la biotecnología. 17/02/20, de

INECOL Sitio web: https://www.inecol.mx/inecol/index.php/es/2013-06-05-10-34-10/17-ciencia-
hoy/853-el-potencial-del-microbioma-en-la-biotecnologia

Caro-Quintero, A., González, C., Balbín-Suárez, A., Wisniewski, M., Berg, G., Smalla, K., &
Cotes, A. M. Estudios del microbioma y su aplicación en el control biológico de fitopatógenos.
Instituto Bernabeu Biotech. (2020). Huella Genética. 17/02/21, de Instituto Bernabeu Biotech
Sitio web: https://www.ibbiotech.com/es/info/huella-genetica/
Sitio web: https://www.kisstheground.com

2022 un nuevo reto, un nuevo compromiso

El 2020 fue un año de cambios y retos a nivel global, una pandemia avanzaba a lo largo del mundo hasta llegar a nuestro país, obligándonos a cambiar nuestros hábitos de vida de la noche a la mañana. El mundo se detuvo, cada establecimiento se encontraba vacío, excepto aquellos pertenecientes a la salud; empezamos una carrera contra la Covid-19, en la que el personal médico tuvo que hacerle frente, mientras nuestra misión fue colaborar desde la barrera con el autocuidado y el distanciamiento.

Nuestras interacciones y obligaciones migraron al ambiente digital, las pantallas y las cámaras se convirtieron en nuestros aliados a la hora de compartir a distancia, desde una conversación familiar hasta una reunión de trabajo.

El sector agrícola debía responder también a la necesidad de seguir compartiendo y creando valor, por ello, en el mes de agosto del 2020, se lanzó Expocultivos, un evento que consistiría en conferencias virtuales dictadas por personalidades provenientes de distintos lugares del mundo presentando temas de interés para el sector en espacios dedicados a compartir conocimientos.

De la mano de nuestros patrocinadores Bayer, SQM, Interoc, Innovak, Campofert, Stoller, Biocrop y Agrológica aceptamos el reto de lograr llegar a cada persona en su hogar, hacer presencia aún en la distancia y así demostrar que siempre habrá una manera para hacer frente a los obstáculos que presenciemos.

Debíamos encontrar la plataforma y los medios que nos permitieran una gran difusión, de calidad y que, además, asegurara un espacio para cada persona interesada en participar de esta iniciativa.

Para solucionar el problema de la distancia nuestros aliados fueron, una página web, redes sociales y la plataforma zoom, trabajamos en la construcción de una gran cantidad de imágenes y comunicaciones que debíamos difundir masivamente de manera continua para llegar al público y generar expectativa por lo que les presentaríamos.

Junto a nuestros patrocinadores logramos reunir a 12 conferencistas internacionales, provenientes de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, España, Francia, Italia, México y Venezuela, también aseguramos la participación de 8 conferencistas nacionales.

Realizamos un cronograma a lo largo del mes de agosto, en el cual se realizaron 9 conferencias académicas presentadas por Melchor Roa, Juan Palma, Jesús Caripe, Germán Pachón, Juan Gonzalo Vélez, Adrián Rivas, José Manzanares, Ali Asaff Torres y Andreas Mehl; logramos abarcar temas como, Senescencia floral, Consideraciones técnicas sobre la acidificación de medios de cultivo (suelos e Hidroponía) y su influencia en una adecuada fertirrigación, AGobacterium tumefasciens, Formulaciones de Agroquímicos, Interacción entre insumos agrícolas y su efecto en campo, El éxito del balance hormonal en la producción Agrícola, Beneficios de potenciar la microbiota rizosférica en la floricultura y Manejo de la Resistencia de Botrytis a Fungicidas en el cultivo de Flores.

Además de ello, presentamos 2 ediciones especiales:

Día de la Hortensia

Llevado a cabo de manera presencial en Antioquia, con todos los protocolos de bioseguridad, allí contamos con la participación de Marcos Ossa en representación de Asocolflores, Cristian Gómez, Gabriel Trujillo, Nestor Muñoz, Samuel Medina y Hugo Osorio, quienes nos hablaron sobre: Contribución al ordenamiento ambiental de pequeños cultivos de Hortensia de los municipios de La Ceja y El Carmen de Viboral del Oriente Antioqueño, Herramientas para interpretar datos de monitoreo, BPA para la productividad, rentabilidad y sostenibilidad del cultivo de Hortensias, Misterios de la nutrición del Calcio y Comercialización de la hortensia.

Día del Aguacate

Estuvo conformado por 2 conferencias académicas presentadas por Felipe Garziera, quien nos habló sobre el Manejo nutricional del aguacate Hass basado en las experiencias de SQM y Alberto Ormazabal que presentó el tema “Bioestimulación estratégica para aumentar productividad.”

En Expocultivos 2020, además contamos con la presencia de Samuel Francois (Horiba), José Fernando Ramirez (Matrix), Salvatore Gaetano (Smar-fertilizer), Agnaldo Ferreira y Horacio Balussi (SAP), quienes participaron en exhibiciones comerciales y tecnológicas.

En medio de tanto conocimiento compartido, junto a nuestros aliados también quisimos premiar la participación en el evento, como reconocimiento a la gran disposición e interés que los asistentes mostraron a cada una de las conferencias, esto llevado a cabo mediante dinámicas de preguntas y respuestas o sorteos, en total tuvimos 136 ganadores, dentro de los premios entregados hubo, suscripciones a Spotify, Netflix y Disney+, bonos, estadías, televisores, parlantes inteligentes Amazon y más.

BANNERCONFERTAS

Logramos un total de 38 horas al aire y más de 1000 personas inscritas al evento, con una respuesta muy positiva respecto a los conferencistas, dinámicas, concursos, temáticas y organización, así como una gran expectativa frente a lo que presentará Expocultivos a futuro.

Recuerden que pueden acceder a las memorias de Expocultivos 2020 en nuestro sitio web, así como comunicarse con nosotros por medio de nuestras redes sociales o email.

Agradecemos a nuestros patrocinadores, equipo de trabajo y el público por depositar su confianza en nosotros siendo partícipes del evento que dio comienzo a este proyecto llamado Expocultivos, el cual está comprometido a seguir evolucionando, renovándose y adaptándose.

Las plantas necesitan Yodo

Katja Hora. Research Manager - Commercial VP - Specialty Nutrition - SQM Colombia S.A.S. 

El yodo debería ser considerado un nutriente para las plantas”. Esa es la principal conclusión de un artículo científico publicado en septiembre 2020 por un grupo de científicos de Italia. El yodo es reconocido como un elemento esencial para la salud de los seres humanos y animales de granja y ahora se ha descubierto que también las plantas necesitan yodo, en una dosis micromolar en la solución nutritiva. Se describe por primera vez la presencia natural de proteínas yodadas en plantas superiores y han sido identificadas 82 proteínas yodadas. Basado en estudios fenotípicos, genómicos y proteómicos, se demostró que las plantas necesitan yodo para el crecimiento de hojas y raíces, una fotosíntesis eficiente (el proceso de convertir la luz del sol en energía química en la hoja), floración oportuna, mayor producción de semillas y la activación de un sistema de alarma temprano que defiende a la planta de daños por estrés abiótico y biótico. En áreas donde el suelo y el agua son naturalmente bajos en yodo, la deficiencia de yodo puede resultar en la pérdida de rendimiento del cultivo y la disminución de la calidad de los frutos. Para facilitar y hacerle seguro a los productores proveer la fuente correcta, la dosis correcta de yodo, en el momento correcto, existen productos comerciales que combinan yodo y nitrato de potasio en un solo fertilizante especializado, puesto que la demanda de yodo de la planta está bien sincronizada con aplicaciones típicas de nitrato de potasio como fuente de potasio en soluciones nutritivas.

El yodo es un nutriente mineral necesario para las plantas

Los elementos que actualmente son considerados nutrientes para las plantas son C, H, O, N, P, K (nutrientes primarios), Ca, Mg, S (nutrientes secundarios), y Fe, Zn, Cu, Mn, B, CI, Mo, Co y Ni (micronutrientes). Esta lista de nutrientes vegetales conocidos puede ahora ser ampliada con el elemento yodo, el primer micronutriente agregado desde la incorporación del Ni en 1987. En Italia, el Profesor Pierdomenico Perata, la Dra. Claudia Kiferle, su equipo en la Sant’Anna Scuola Universitaria Superiore en Pisa, y científicos vinculados con el Consiglio Nazionale delle Ricerche, Nápoles, han publicado ahora este importante nuevo descubrimiento: las plantas enlazan el yodo con 82 diferentes proteínas con funciones en importantes procesos biológicos, tales como la proteína Rubisco para una fotosíntesis eficiente en las hojas, o las enzimas de peroxidasa que defienden la planta del estrés abiótico y biótico y la enzima ATPasa, necesaria para suministrar energía para el crecimiento de la planta y el transporte de nutrientes. Una deficiencia de yodo en la planta puede pronosticar la pérdida de rendimiento, en forma similar a lo que puede ocurrir si la planta sufre de deficiencia de cualquier otro micronutriente. Para una producción óptima del cultivo se debería aplicar una dosis adecuada de yodo.

¿ Que es el yodo ?

El yodo es un elemento de la tabla periódica con el símbolo I y el número atómico 53. El yodo es un halógeno, un elemento clasificado en el mismo grupo que el cloro (CI) y el bromo (Br). Los halógenos reaccionan fácilmente con metales como el sodio o el potasio. Algunos ejemplos son el cloruro de sodio (sal de mesa, NaCI) o el yoduro de potasio (KI) que se agrega a la sal, produciendo sal de mesa yodada para la salud humana.

Donde existe naturalmente el yodo

El yodo está presente en todas partes, pero solo en cantidades pequeñas. La cantidad más alta de yodo se encuentra en los océanos, con una concentración media de 0,5 micromoles de yodo por litro de agua de mar. Al revés, la lluvia, la solución de suelo y el agua de riego contienen concentraciones más bajas, menos de 0,2 micromoles por litro. Además, típicamente, menos del 10% del yodo total en el suelo está disponible para ser absorbido por la planta. En humanos y animales de granja desórdenes tales como el bocio y el hipotiroidismo son causados por la falta de yodo, que altera la función de la tiroides. El suelo filtra el yodo que fluye a las quebradas y ríos y terminan por lo general en el océano. Muchas áreas donde el bocio endémico es o ha sido predominante, son mesetas o áreas de montaña o tierras planas lejos del mar. En el continente americano, el bocio endémico se ha controlado en gran parte de los Estados Unidos y Canadá, pero muchos países andinos, incluyendo Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú todavía tienen altos niveles relativos tanto al bocio endémico como a tasas de cretinismo. Los TCY también se encuentran en países de América Central y en ciertas partes de Brasil.

Las plantas pueden absorber y acumular yodo

Se ha sabido durante mucho tiempo que las plantas pueden absorber yodo con sus raíces y almacenar yodo en sus hojas y frutos. En muchos estudios previos se observó el beneficio de suplementar pequeñas cantidades de yodo para el crecimiento de las plantas y la resiliencia al estrés. Los investigadores en Italia (Scuola Superiore Sant’Anna en Pisa) han llegado a la misma conclusión después de revisar toda la evidencia publicada previamente: las plantas pueden acumular yodo porque es beneficioso para su crecimiento, para el metabolismo del nitrógeno, la resistencia al estrés por salinidad en la solución radicular y, particularmente, para la producción de antioxidantes por parte de la planta. Al igual que con otros micronutrientes, suministrar la dosis correcta (ni muy poco, ni demasiado) del nutriente es muy importante. También es importante suministrar la forma correcta de yodo. Por ejemplo, el yodo presente en desinfectantes (yodo libre, 12 y yoduro 1-) puede tener efectos dañinos en una dosis más baja, comparado con otras formas de yodo.

Porqué es necesario el yodo para las plantas  

A pesar de los beneficios publicados acerca del yodo aplicado en la dosis correcta, el papel del yodo como nutriente para las plantas no ha recibido por parte de la comunidad científica la atención que merece, hasta ahora.

En una publicación recientemente divulgada se describe una serie de experimentos. Estos experimentos fueron realizados por un grupo de científicos en Pisa, Italia, y demuestran de qué forma las plantas necesitan el yodo. Para estos experimentos se utilizó la Arabidopsis thaliana como planta modelo. Esta planta esde rápido crecimiento en el laboratorio (solo seis semanas de semilla a semilla) y todos los conocimientos sobre la genética y el metabolismo están compartidos en linea por científicos de todo el mundo. Las plantas siempre contienen algo de yodo ya que se pueden encontrar pequeñas concentraciones en el aire y en el agua. De hecho, el yodo es agregado a un popular medio de cultivo para estudiar la fisiología vegetal en la Arabidopsis. Para estudiar el efecto de la deficiencia de yodo en la Arabidopsis, el agua para preparar la solución nutritiva se desmineralizó por medio de osmosis inversa y se usaron químicos ultrapuros para hacer la solución de nutrientes. Sin la aplicación deliberada de yodo, el crecimiento y floración de la planta fueron mucho más lentos comparados con plantas a las cuales se les dio 0,2 o 10 micromoles de yodo por litro.

La aplicación de yodo en concentraciones micromolares aumentó el crecimiento de raíces y brotes, la producción de semillas y la floración adelantada. Para averiguar por qué el crecimiento de la planta se encuentra comprometido con el uso de soluciones nutritivas sin yodo, se investigó la respuesta genética de la planta a la presencia o ausencia de yodo en la solución nutritiva. Los tratamientos con yodo regularon específicamente la expresión de varios genes involucrados en la fotosíntesis, la vía de respuesta al estrés del ácido salicílico (AS), la respuesta hormonal de la planta, la señalización de Ca2• y la defensa de la planta al ataque de patógenos. La combinación de estos procesos confirman las observaciones previamente publicadas de que el yodo ayuda a las plantas a prevenir el daño del estrés biótico y abiótico. Para comprobar si la respuesta en crecimiento de las plantas y en expresión genética fue única a la incorporación de yodo a una solución nutritiva deficiente en yodo, ese mismo experimento se realizó usando el halógeno que más se parece a la estructura atómica del yodo: el bromo. Al contrario del yodo, ni la expresión genética ni el crecimiento de las plantas respondió al suplemento de bromo. Esto prueba que la respuesta de la planta al yodo es única y no puede ser reemplazada por otro elemento. Finalmente, se descubrió que el yodo estaba incorporado en las proteínas vegetales proporcionando a las plantas isótopos radiomarcados con yodo, recuperados en las proteínas. Estas proteínas pueden ser enzimas o componentes de complejos estructurales que son necesarios para todas las funciones celulares y para la colaboración y comunicación con otras células en y entre los órganos de la planta.

Las proteínas yodadas no solo se descubrieron en la Arabidopsis, sino que también en el tomate, maíz, trigo y lechuga. Encontrar proteínas yodadas en familias de plantas no relacionadas demuestra que estas proteínas que contienen yodo existen ampliamente en el reino vegetal. Se identificaron un total de 82 proteínas yodadas para la Arabidopsis thaliana usando enfoques bioinformáticos en bases de datos proteómicas independientes que contienen todas las proteínas vegetales estudiadas a nivel mundial. En los brotes, las proteínas yodadas están principalmente asociadas con los cloroplastos y están involucradas funcionalmente con los procesos fotosintéticos, mientras que aquellas en las raíces son principalmente diversas enzimas de peroxidasa, importantes para la señalización de estrés, o relacionadas con la actividad de la peroxidasa.

Algunas de estas proteínas son esenciales para el crecimiento radicular. También se encontraron proteínas yodadas con una función crucial en el metabolismo del nitrógeno, la regulación de fitohormonas y la producción de energía tanto en las células de las raíces como de las hojas. Estos descubrimientos abren una nueva perspectiva sobre nuevos aspectos emergentes de la fisiología vegetal, especialmente en los campos de la proteómica y de la enzimología. Se encontraron enzimas yodadas que tienen papeles fundamentales en funciones evolutivas básicas conservadas, y este descubrimiento es el primer paso que ha generado interés académico en el yodo como factor de importancia en la producción de cultivos

Proporcionar suficiente yodo a los cultivos ayuda a prevenir la pérdida de rendimiento y a mantener la calidad de la fruta. 

Un suministro correcto de yodo va en beneficio directo de los productores al mejorar el rendimiento de las cosechas y prevenir las pérdidas en los cultivos en áreas donde no hay suficiente yodo disponible para un crecimiento óptimo de las plantas. Para que sea fácil y seguro para los productores suministrar la dosis correcta de yodo, el yodo puede ser aplicado en mejor forma con nitrato de potasio en vez de solo como un micronutriente. La demanda de yodo de la planta está bien sincronizada con las típicas aplicaciones de nitrato de potasio como una fuente de nitrato y potasio en soluciones nutritivas.

El nitrato de potasio es la fuente óptima de potasio, ya que proporciona potasio (K) combinado con la fuente preferida de nitrógeno: nitrato (N-NO3). La absorción de nitrógeno nítrico promueve la absorción de cationes del suelo, como potasio, calcio y magnesio. El yodo es el complemento natural del nitrato para el transporte de calcio en la planta, el cual será obstaculizado por la deficiencia de yodo. Las proteínas yodadas en las raíces están involucradas en el metabolismo energético y en la respuesta al estrés oxidativo, pronosticando un transporte de calcio menor a los frutos bajo una deficiencia de yodo. El yodo también es necesario para que la planta mantenga la fotosíntesis y la transpiración en las hojas. Se ha observado en cultivos en condiciones de ensayo, que al proporcionar en forma adecuada yodo con nitrato de potasio, el mejor balance redox y el mejor metabolismo energético favorecieron el transporte de calcio de las raíces a los frutos, dando como resultado una mayor concentración de calcio en los frutos. Esto se asocia con una menor probabilidad de temas de calidad relacionados con deficiencia de calcio, tales como la podredumbre apical, y un período de conservación más largo durante el transporte. Por lo tanto, asegurar un nivel adecuado de yodo en la solución nutritiva, ayuda a los productores a lograr rendimientos óptimos en las cosechas, con productos de alta calidad, especialmente bajo condiciones climáticas adversas.

Fuente principal:

Kiferle, C.,.Martinelli, M.1 Salzano, A.M., Gonzali, S., Beltrami, S., Salvador, P.A., Hora, K.,.Holwerda, H.T., Scaloni, A., Perata, P. (2020) Evdences for a nutritional role of iodine in plants. BioRxiv  https://doi.org/10.1101/2020.09.16.300079.

Literatura científica de apoyo

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Gonzali, S., Kiferle, C. & Perata, P. {2017). lodine biofortification of crops: agronomíc biofortification, metabolic engineering and iodine bioavailability. Current Opinion in Biotechnology, 44, 16-26.

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Lehr, J. J., Wybenga J. M. & Rosanow M. {1958). lodine as a Micronutrient far Tomatoes. Plant Physiology, 33(6), 421-427.  https://ldoi.org/10.1104/pp.33.6.421.

Leyva, R., Sánchez-Rodriguez, E., Ríos, J. J., Rubio-Wilhelmi, M. M., Romero, l., Ruiz, J. M. & Blasco, B. (2011). Beneficia! effects of exogenous iodine in lettuce plants subjected to satinity stress. Plant

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Zahrou, F. E., Azlaf, M., El Menchawy, l., ElMzibri, M., ElKari, K., El Hamdouchi, A., Mouzouni, F. Z., Barkat, A., & Aguenaou, H. (2016). Fortified todine Milk lmproves lodine Status and Cognitive Abilities in Schoolchildren Aged 7-9 Years Living in a Rural Mountainous Area of Morocco. Journal of nutrition and metabolism, 2016, 8468594.  https://doi.org/10.1155/2016/8468594

Available from:  https://amp.cmp.org.pe/index.php/AMP/article/view/1405 Para información adicional sobre yodo: https://www.worldiodineassociation.com/elemental_chemistry/

Una revision sobre Botrytis

Diego Giraldo Ruiz. Ing, agr, M Sc (c) Fitopatología - Universidad Nacional 

Botrytis es uno de los taxones de hongos más antiguos, mejor estudiados y económicamente más importantes (Garfinkel, 2020). Sus especies representan algunos de los patógenos vegetales más extendidos en el planeta y se han encontrado infectando a sus hospedantes en todas las zonas climáticas, desde las islas tropicales hasta la tundra ártica y desde la selva tropical hasta el desierto (Elad et al., 2007), causando enfermedades y pérdidas significativas de rendimiento en el campo y en invernaderos; también representan patógenos poscosecha importantes que afectan a una amplia gama de cultivos, desde frutas pequeñas hasta flores de corte, cultivos bulbosos como cebolla y ajo e incluso se pueden encontrar infectando semillas (Elad et al., 2016). Botrytis cinerea es de lejos la especie más importante de este género y su principal manejo sigue siendo mediante el uso de fungicidas, los que a su vez han presentado disminución en los controles de la enfermedad del moho gris asociado a la aparición de resistencia genética en el patógeno. Es por esto y más que este hongo se encuentra incluido dentro de las seis especies de patógenos vegetales de mayor relevancia a nivel mundial y según Dean et al. (2012), fue votada por los investigadores y la comunidad científica como el segundo agente más importante en patología molecular vegetal. Aspectos como el estado actual de la clasificación de este patógeno, su manejo e implicaciones en la gestión de la resistencia genética son temas que serán abordados por este autor en aras de contribuir al conocimiento de este importante hongo.

Clasificacion tradicional por morfología

La clasificación del género Botrytis y sus especies ha sido motivo de debate por parte de la comunidad científica a lo largo de la historia. La primera mención que se conoce de estas fue realizada por Pier Antonio Micheli en 1729 como se presenta en su libro Nova Plantarum Genera, pero su validación como género lo realizó Persoon en 1801, el cual consideró que este género contenía solo cinco especies. Fue en 1886 que en otra revisión del género se dijo que contenía 128 especies e incluso llegó a contener hasta 380 según lo mencionado por Hennebert en 1973 en un extenso análisis de publicaciones de artículos de diferentes autores.

Tradicionalmente la clasificación del género y especiación de Botrytis se ha realizado mediante la observación y diferenciación de características morfológicas; en donde los criterios más notorios y utilizados por distintos autores son: el tamaño y la forma de conidios y conidióforos; producción, organización y tamaño de los esclerocios; y la morfología de las colonias en los medios de cultivo (Zhou et al., 2014). Sin embargo, estas características pueden ser similares o indistinguibles entre las especies, y también puede depender de las condiciones de crecimiento (Walker et al., 2011), lo que limita la confiabilidad en el uso de caracteres morfológicos para la especiación de este hongo. Los altos niveles de variación morfológica entre los individuos dentro de una especie, conocida como variación intraespecie, es común en este patógeno, por lo que caracterizar un fenotipo estándar se convierte en un desafío. La falta de una conexión confiable entre los dos estados morfológicos distintos observados en varias especies de Botrytis complica aún más su taxonomía. Algunas de sus especies tienen dos estados morfológicos distintos: la morfología asexual (también conocida como etapa anamorfo, imperfecta o conidial) y la morfología sexual (también conocida como etapa teleomorfa, perfecta o apotecial). Como tal, históricamente al morfo asexual se le dio el nombre de Botrytis y al morfo sexual el nombre de Botryotinia (aunque se hace referencia con menos frecuencia, en algunas descripciones taxonómicas del género, se han definido hasta cuatro estados, incluido un estado "esclerotial" llamado Sclerotinia y un estado "microconidial" llamado Myrioconium) (Jarvis, 1980).

Clasificacion actual utilizando marcadores moleculares

Muchas especies de este género han permanecido ocultas durante casi 300 años debido a la dificultad para distinguirlas por métodos micológicos convencionales (Garfinkel, 2020). A fines de la década de 1990 y principios de 2000, los métodos genéticos para comprender los hongos comenzaron a revelar conocimientos críticos sobre la diversidad de especies que no habían sido captados previamente por los estudios micológicos clásicos. Más recientemente, genes informativos que codifican proteínas como la gliceraldehído-3-fosato deshidrogenasa (G3PDH), la proteína de choque térmico 60 (HSP60), la subunidad II de la ARN polimerasa dependiente del ADN (RPB2) y las proteínas 1 y 2 inductoras de necrosis y etileno (NEP1 y NEP2) se han identificado y utilizado en ensayos moleculares para mejorar la filogenia de Botrytis, identificar nuevas especies y delimitar las estrechamente relacionadas también llamadas especies crípticas (Walker, 2016). El uso de estos genes ha permitido la clasificación más reciente de este género en 38 especies distribuidas en 3 clados. El clado uno contiene 10 especies, el clado dos 27, y una nueva especie denominada B. pyriformis forma un tercer clado, siendo su único exponente (Garfinkel, 2020). El uso de herramientas moleculares permitió además el descubrimiento de una nueva especie en 2011: B. pseudocinerea (Walker et al., 2011); la cual es morfológicamente indistinguible de B. cinerea sobre la base del tamaño de las esporas, la tasa de germinación o el crecimiento micelial. Esta especie se descubrió por primera vez en Francia en uva (Vitis vinifera) y mora (Rubus fruticosus) y ha sido reportada en otros hospedantes en donde se presentan ataques de Botritys cinerea.

Importancia econónica de la Botrytis

Se conoce que B. cinerea puede infectar más de 1.400 especies de plantas que abarcan casi 600 géneros; sin embargo, es probable que el número real de hospedantes sea mucho mayor y se espera que aumente a medida que se generen nuevos reportes (Elad et al., 2007). Los informes sugieren que las enfermedades causadas por Botrytis spp. son responsables de $ 10 a 100 mil millones de dólares en pérdidas anuales en todo el mundo (Boddy, 2015) y tienen un costo promedio de control estimado de €40 / hectárea (aproximadamente $ 18 USD/acre), aunque esto depende totalmente del patosistema. Para mencionar un caso puntual, se estima que el costo de manejo químico del moho gris en cultivos ornamentales en Colombia puede estar cercano a los $7 millones de dólares anuales, lo cual representa aproximadamente el 18 a 20% del costo total en el control de plagas y enfermedades de las diferentes especies.

Manejo quimico de este patógeno

El manejo de enfermedades causadas por Botrytis spp. ha dependido en gran medida del uso de fungicidas, en donde se han desarrollado y registrado ingredientes activos con diferentes modos de acción para el control del moho gris en varios cultivos (Fillinger y Walker, 2016; Leroux, 2007). La mayoría de los fungicidas modernos que son efectivos en dosis bajas, tienen actividad en un solo sitio dirigido a funciones celulares esenciales (Fillinger y Walker, 2016); en donde B. cinerea se considera un patógeno de alto riesgo en términos de resistencia debido a su diversidad genética, ciclo de vida corto y reproducción prolífica (Brent y Hollomon, 2007). Los principales grupos de fungicidas eficaces contra este patógeno incluyen anilinopirimidinas, hidrixianilidas, fenilpirroles, dicarboxamidas, benzimidazoles e inhibidores de succinato deshidrogenasa (SDHI); además de fungicidas multisitio. Sin embargo, la resistencia a los fungicidas en las poblaciones de B. cinerea a menudo puede resultar en fallas de control (Leroux, 2007).

Desarrollo de resistencia genética 

La resistencia genética se denomina como un cambio heredable en la susceptibilidad de una población de hongos que provoca el fracaso repetido de un producto fungicida para alcanzar un nivel adecuado de control cuando este es usado de acuerdo con las recomendaciones de la etiqueta para dicho patógeno. Ocurre principalmente por una modificación genética en el sitio de acción del fungicida, lo cual genera que la interacción entre el compuesto y su sitio de acción se vea afectada y el fungicida pierda su eficacia.

Una tendencia reciente en poblaciones de B. cinerea es la resistencia múltiple a más de dos grupos de fungicidas químicamente no relacionados la cual se ha vuelto común, y se ha informado resistencia múltiple simultánea de hasta siete clases diferentes de fungicidas en varias regiones (Shao et al., 2021). El manejo de la resistencia a los fungicidas se ha convertido en una parte integral del control de las enfermedades provocadas por Botrytis, y su detección y monitoreo en las poblaciones de este patógeno es importante para el desarrollo y la implementación de estrategias de manejo de la resistencia (Fillinger y Walker 2016; Shao et al., 2021). Aunque en el futuro se pueden desarrollar fungicidas de modo de acción novedosos para el control del moho gris, dada la naturaleza del desarrollo de resistencia evolutiva en B. cinerea a los fungicidas, estrategias de manejo integradas que combinan varios enfoques como nueva química, resistencia inducida del huésped, biocontrol y manejos de campo se deberían implementar tanto para la supresión de enfermedades como para el manejo de la resistencia a fungicidas en B. cinerea (Elad 2016; Shao et al.2021).

Bacillus amyloliquefaciens QST713 como alternativa de manejo

El control biológico de B. cinerea utilizando antagonistas microbianos ha atraído el interés de investigación de varios grupos en todo el mundo y hasta ahora se han probado numerosas especies de hongos y bacterias contra el patógeno, mientras que algunas ya se han comercializado. La mayor parte de las investigaciones con controladores biológicos se han centrado en la eficacia de estos microorganismos contra B. cinerea y los mecanismos de control, pero no su efecto en el manejo de la resistencia o de cepas con esta condición genética a los fungicidas convencionales. Entre las bacterias, Bacillus spp. son los agentes predominantes de la actividad contra Botrytis. El control biológico de B. cinerea mediante Bacillus spp. puede lograrse a través de una combinación compleja de varios mecanismos que han sido revisados recientemente por Haidar et al. (2019) incluyendo antibiosis, competencia por espacio y nutrientes, efectos antagonistas de compuestos volátiles o inducción de resistencia sistémica (SIR).

Bacillus amyloliquefaciens (ex subtilis) cepa QST713 es un biofungicida registrado para su uso contra varios patógenos foliares o transmitidos por el suelo, incluida B. cinerea en numerosos cultivos. Este microorganismo libera una amplia gama de lipopéptidos antimicrobianos pertenecientes a las familias de la iturina, la surfactina y la fengycina que interfieren con la integridad fisiológica de las membranas celulares del patógeno. Samaras et al. (2020) evaluó la hipótesis de que tratamientos con B. amyloliquefaciens QST713 podrían contribuir a una reducción de cepas con resistencia a SDHI en poblaciones de B. cinerea donde dichos mutantes ya se habían seleccionado con altas frecuencias. Los SDHI fueron seleccionados como el grupo de fungicidas objetivo, ya que representan el grupo de expansión más rápida utilizado contra B. cinerea y ya se han desarrollado problemas con el desarrollo de resistencia a esta clase de fungicidas en diferentes países. Sus resultados arrojaron por primera vez la evidencia de que el uso B. amyloliquefaciens QST713 logra la reducción casi uniforme en las frecuencias de genotipos de B. cinerea resistentes en plantas tratadas y además que puede contribuir a una reducción en la frecuencia de mutantes SDHI debido a una eliminación preferencial de ellos sobre los de tipo silvestre. También permitió concluir que aplicaciones de B. amyloliquefaciens QST713 puede ser una excelente herramienta para el manejo integrado de B. cinerea en cultivos que requieren una gran cantidad de aplicaciones de fungicidas para el manejo exitoso de enfermedades, como es el caso de cultivos ornamentales. Este estudio es el primero de su tipo y brinda bastantes respuestas, una alternativa y complemento al manejo convencional de B. cinerea y mas aún de la creciente población con problemas de resistencia genética.

Conclusión

La actual clasificación del género Botrytis; así como la comprensión de las implicaciones del manejo químico, la detección, monitoreo y gestión de la resistencia genética son asuntos de primer orden que se deben considerar y conocer en cualquier patosistema que implique el actuar de este importante hongo.

Durante los últimos años se han utilizado varios fungicidas para controlar el moho gris. Sin embargo, B. cinerea ha desarrollado resistencia a varios fungicidas importantes. Esto ha generado que el manejo de este patógeno implique la exploración de nuevas alternativas como los incluidos en el control biológico.

Son bastantes los temas, la información y las investigaciones que faltan por abordar y mencionar en el amplio mundo que implica el patógeno Botrytis cinerea, por lo cual este escrito queda abierto para su complemento en un futuro.

Bibliografía

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Fisiología de la patología de la Botrytis

Juan Gonzalo Vélez. Ing. Agr. M.Sc (c) Fitopatología - Universidad Nacional.  

Botrytis es un hongo necrótrofo que engaña a la planta para que asuma que es un biótrofo y activa con éxito las defensas SAR salicílico dependientes, con esto logra: deprimir la defensa jasmónico a la que es sensible; inducir suicidio celular del tejido para ahorrar energía en la obtención de alimento; redireccionar el flujo del transporte en sentido opuesto al lugar donde está su hifa, e incrementar el metabolismo oxidativo, para alejar y degradar endo y exotoxinas evitando ser afectado por ellas. Elementos claves del engaño serian la liberación de ácido oxálico (AO) y superóxido dismutasa (SOD) durante la degradación de la cutícula, no penetrar la primera célula antes de su muerte total, ni degradar los lípidos de pared o membrana con lipasas.

La fisiopatología busca comprender los fenómenos que se dan durante el desarrollo de una enfermedad, y explicar las consecuencias que estos tienen sobre tejido afectado y patógeno, así como sobre las estrategias de manejo clínico que se quieran implementar.

Con base en estudios biológicos en campo y laboratorio, y especialmente por la forma en cómo accede al alimento, células muertas, se clasifica a Botrytis como un hongo necrótrofo, sin embargo, otra forma para diferenciarlos, y de hecho más útil, es por la forma como las plantas los diferencian para defenderse de ellos.

Las células usan un sistema para la detección de señales de invasores, tanto de presencia como de daño, que les permite prepararse para un ataque; con base en el análisis combinado de los 2 tipos de señales la célula determina al atacante, pero, son las señales asociadas a daño, las que en última instancia determinan el tipo de respuesta de defensa a implementar.

Si las señales de daño no involucran daño estructural, las células asumen el ataque de un biótrofo, con un requerimiento nutricional muy específico, implementan una defensa SAR salicílico dependiente (SAR-SA), y junto con la síntesis peróxidos y compuestos de defensa, inician un programa de suicidio celular (PCD) con máxima expresión en respuesta hipersensible (HR). La estrategia consiste en quitarle la fuente de alimento, al confinarlo en una zona de tejido muerto, generado por el suicidio de las células o tejidos completos.

Cuando las señales de daño involucran daño estructural de paredes y membranas, o compuestos de vaciado celular, el ataque se interpreta como de necrótrofo o herbívoro; implementan una defensa del tipo SAR jasmonico dependiente (SAR- JA), se sintetizan y liberan peróxidos, inhibidores de proteínas, reguladores de crecimiento, compuestos tóxicos, entre muchos. La estrategia consiste en atacar la integridad misma del invasor, causar su muerte directa.

Aunque las respuestas SAR-SA y JA interactúan entre ellas para afinar la respuesta más adecuada a invasores, también son en parte antagónicas, por ello es poco posible que una célula active los 2 sistemas de forma simultánea, y usualmente la respuesta SAR-JA es la más sensible a ser bloqueada.

Durante el ataque de un necrótrofo como Botrytis, se espera que los receptores identifiquen señales de daño estructural y contenido celular, y se active la defensa SAR-JA, con lo cual el hongo muere y las células prosperan; sin embargo la realidad parece ser diferente, y si bien los receptores reciben señales de daño, estas no corresponden a un necrótrofo, sino más bien a un biótrofo, y en consecuencia, los tejidos activan la defensa SAR-SA, deprimiendo la defensa SAR-JA, el tejido muere y el patógeno prospera, en otras palabras, las células estructuran su defensa con base en un premisa errónea.

Este engaño montado por Botrytis activa el programa celular para control de biótrofos, evita la activación de la defensa jasmonico (letal para necrótrofos), y si el programa de suicidio celular es eficiente, le permite acceder a nuevas células muertas para alimentarse, con casi ninguna inversión de energía adicional, las células o tejidos creyendo defenderse, simplemente se sacrificarían para él.

El engaño consta de 2 estrategias, por una parte, liberar señales asociadas a SAR-SA durante la degradación de la cutícula, y por otra, evitar señales asociadas a SAR-JA antes de la muerte total de las primeras células a penetrar.

Durante la degradación de la cutícula, la hifa de Botrytis libera 2 compuestos que poco o nada tienen que ver con el proceso: acido oxálico (AO), que se mueve por el medio, llega hasta las paredes de las células, remueve el calcio de ellas sin dañar la estructura, parte reacciona a oxalato de calcio, y otra queda libre en el ambiente fungiendo como señal típica de la presencia de biotrofos; también se libera superoxido dismutasa (SOD) que reacciona con la galacturonasa y forma especies activas de oxigeno (ROS), peróxidos que son señal clara de la presencia y combate a biotrofos, más aun, cuando no hay señales de daño estructural que indiquen algo diferente.

Una vez que la hifa ha degradado la cutícula y se encuentra en la frontera de las primeras células a invadir, se detiene y no penetra hasta que estén muertas, así como tampoco usa sus lipasas para favorecer la degradación final de membranas; con ello no libera al espacio intercelular señales de daño estructural, y evita liberar fosfolípidos, que con las ROS presentes reaccionen a hidroperóxidos, y se conviertan en jasmonatos, que iniciarían la defensa a la cual es sensible.

A esta altura de la interacción, el tejido cercano al sitio de ingreso, seguro de enfrentar un ataque por un biotrofo, inactiva toda la defensa jasmonico y monta la defensa SAR-SA; envía señales que pueden hallarse hasta 4 centímetros más allá de donde está ubicada la hifa, el engaño avanza más rápido que la invasión; las señales alteran el comportamiento del tejido atacado, y por ende afecta las premisas sobre las cuales basamos las estrategias de control aplicadas; el engaño de Botrytis también resta eficacia a nuestras aplicaciones, al implementar de paso una estrategia de evasión y degradación de endo y exotoxinas.

Según la distancia al sitio de ataque y el tiempo de exposición a las señales, las células circundantes cambian su funcionamiento, y forman “franjas” que se dispersan en forma más o menos radial, a partir del centro donde se ubica la hifa:

  • células maceradas con hifas: zona alimentación hongo, sin estructuras ni metabolismo; sin transporte solo difusión; con degradación total de compuestos por oxidación, incluidas endo y exotoxinas
  • células muertas sin hifa: zona de asilamiento y avance de las hifas; estructuras débiles pero presentes; sin metabolismo y solo transporte interno por difusión; oxidación casi total de compuestos y toxinas hidrofílicas, muy alta de lipofílicas.
  • células en autofagia: estructuras presentes, parcialmente funcionales; solo metabolismo catabólico; transporte unidireccional en sentido opuesto a las hifas; degradación oxidativa alta de fungicidas y toxinas hidrofílicas y lipofílicas.
  • células en muerte celular programada: células viables, pero no productivas; estructuras presentes y funcionales, metabolismo secundario mayor que primario, transporte activo multidireccional; degradación normal de endo y exotoxinas
  • células en reprogramación SAR-SA: células viables y totalmente funcionales
  • células sanas totalmente funcionales

Como puede inferirse de lo anterior, el flujo metabólico y de transporte se aleja del sitio de ataque, donde está ubicada la hifa, porque debido al engaño, las células del tejido atacado consideran que esa es la forma de aislarlo y evitar su avance, esto remueve las toxinas introducidas impidiendo que puedan alcanzar sus hifas y controlarlo, además las toxinas que ya estaban en las zonas invadidas, o recién introducidas en ella, no sujetas a remoción por transporte, pierden funcionalidad por la alta oxidación a que son sometidas en el medio celular alterado.

Perspectivas a futuro

Actualmente no disponemos de una herramienta contundente y sostenible contra este patógeno, pero aprender de él, y usar en su contra una estrategia similar a la que aplica, surge como idea muy sugestiva: No es pretender eliminarlo con una herramienta, es engañarlo y debilitarlo en momentos que no parecen relevantes; en otras palabras, pagarle con la misma moneda. Actualmente hay en desarrollo pruebas de productos y técnicas que pueden ajustarse a lo mencionado.

Síntesis melanina: Las conidias usan melanina para su protección contra estrés durante el letargo en la superficie; inhibir su síntesis disminuye la supervivencia y virulencia. El Tricyclazol, fungicida común en arroz, con resultados positivas en Botrytis cinerea, podría ser herramienta para aplicación pre cosecha, con efecto preventivo residual de 7 a 14 días. Hay varios compuestos usados en medicina cosmética que se basan en el bloqueo o degradación de melanina, y son fuente adicional de activos con fines de desarrollo

Bloqueo ácido oxálico: Como factor de virulencia el AO debilita paredes y libera calcio, es parte del truco da inicio a las defensas contra biotrofos; bloquearlo durante la penetración de la hifa no es letal, pero complica el entramado del engaño a la planta; es mejor el uso de calcio no quelatado ya que el AO no tiene la energía química para arrebatar el Ca a un quelato; su función es actuar como trampa. El calcio no es el único nutriente que puede cumplir esta función, fuentes de K como en NonStop harían algo similar, además de engañar al hongo por la alteración sensorial auto tóxica del entorno causada por el carbonato. Es aconsejable la aplicación en pre y post cosecha, preventiva, efecto 7 a 10 días

Inmovilización de enzimas: La hifa libera enzimas para degradar la cutícula, su inmovilización durante la penetración no es letal, pero dificulta el ingreso de la hifa restándole virulencia. En medicina humana usamos polímeros para capturar y retener enzimas temporalmente. Actualmente evaluamos el uso de polímeros lipofílicos reticulares, en aplicación preventiva, en pre y poscosecha.

Restricción uso de inductores SAR-SA: La estrategia engaño de Botrytis induce respuestas SAR-SA para evadir defensas y favorecer su infección; muchos productos de uso común en cultivos son inductores SAR-SA de efecto directo (fosfitos), e indirecto (Thiametoxam, Imidacloprid, Clotianidin, Triazoles), y de forma colateral a la respuesta buscada, inhiben la respuesta SAR-JA que controla necrótrofos. La idea no es renunciar a estos compuestos, sino limitar su uso en épocas de alta susceptibilidad a Botrytis, reemplazándolos por otras alternativas no asociadas a SAR-SA: Zosma (Dinotefuran) para trips, Meridian (Spriroxamina, Kresoxym) para mildeo polvoso.

Anti senescentes: La fisiología de la síntesis del etileno, es diferente a la de su percepción o sensibilidad, al menos en Botrytis, se ha puesto toda la atención en bloquear la síntesis, y poca en bloquear la sensibilidad; excelentes bloqueadores de síntesis de etileno no controlan botrytis, y el ácido salicílico es un gran ejemplo de ello. Varios anti senescentes hormonales como citoquininas, auxinas y oxilipinas pueden alterar señales de germinación y restar viabilidad al patógeno.

Cinética fungicidas: El cambio en el comportamiento de las células atacadas afecta la eficacia de los fungicidas, pero hoy poseemos mejor comprensión de su cinética, podemos manipular su modo de acción, y ubicarlo en lugar y tiempo para el control previo a la invasión de las primeras células. Con la tecnología de portadores lipofílicos, polímeros reticulares y aceites vegetales, no es complicado lograr que un fungicida curativo, aplicado en forma preventiva, “actúe” como producto de contacto residual, y pueda esperar y eliminar la hifa durante su penetración por la cutícula.

Inductores SAR-JA: No existe aún una oferta comercial de este tipo de productos. Su ingreso al mercado debería generar un cambio dramático en el manejo de esta enfermedad.