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Modelos epidemiológicos como base para el manejo del moho gris en rosas en la floricultura colombiana

La epidemiología de plantas se de­fine como la ciencia de las pobla­ciones y se basa en el estudio y la cuantificación de las interacciones entre patógenos, hospederos y el ambiente, proporcionando herramientas para el pronóstico del comportamiento de las enfermedades en la dimensión espacial y temporal como base para el diseño de estra­tegias de manejo sostenible (Madden et al., 2007). En la floricultura colombiana, donde el cultivo de rosas es de gran importancia económica, el manejo de Botrytis cinerea, causante del moho gris, es un desafío sig­nificativo debido a su alta plasticidad ge­nética, capacidad de adaptarse a diferentes condiciones ambientales, la existencia de poblaciones con pérdida de sensibilidad a fungicidas con distritos ingredientes activos, la presencia e impacto tanto en precosecha como en postcosecha, entre otros (Elad et al., 2007).

El manejo del moho gris se ha basado casi exclusivamente en el uso de fungicidas, lo cual genera un alto riesgo de seleccionar po­blaciones menos sensibles a los ingredientes activos existente, sino por el impacto am­biental y la salud humana. Es por esto que es necesario incluir otras herramientas de ma­nejo que complemente el control químico y que además busquen la toma de decisiones basada en evidencia. Es así como el uso de modelos de pronóstico de las enfermedades o las dinámicas poblacionales de los agen­tes causales de las dimensiones espaciales y temporales permite optimizar los recursos utilizados para el manejo de los problemas fitosanitarios. Los modelos epidemiológicos integran datos climáticos, junto con paráme­tros poblaciones del patógeno y medidas de intensidad de las enfermedades, para deter­minar el riesgo de infección y la severidad potencial de la enfermedad (Shtienberg & Elad, 1997). A partir de esta informa­ción, se puede definir el momento óptimo de aplicación de fungicidas y el tipo adecuado según el nivel de riesgo o probabilidad de ocurrencia del problema fitosanitario. En este sentido, se podría realizar una pro­gramación de las aplicaciones de productos de contacto para preve­nir infecciones iniciales, fungicidas translaminares para niveles bajos de enfermedad, y fungicidas sisté­micos en situaciones de alta severi­dad (Gent et al., 2013).

Con base en criterios basado en evidencia para la ampliación de fungicidas, no solo representa un alto impacto económico al reducir el número de aplicaciones por ci­clo del cultivo, sino que además, los modelos pueden predecir la probabilidad de selección de poblaciones de B. cinerea menos sensi­bles a fungicidas debido a su uso intensivo. La aplicación practica de estos conceptos facilitando la rotación y mezcla de produc­tos para evitar el mayor riesgo de poblacio­nes resistentes. También permiten ajustar prácticas culturales y biológicas en función del pronóstico, como reducir la densidad de plantación, ajustar la frecuencia de rie­go para disminuir la humedad del dosel o el momento óptimo de la aplicación de orga­nismos antagonistas.

Para garantizar un uso correcto, repro­ducible y efectivo de la modelación epide­miológica como herramienta de manejo de enfermedades en plantas, es fundamental no solo ajustar las curvas temporales y di­námicas espaciales de las enfermedades a modelos de pronóstico, sino también com­prender cómo estas están influenciadas por factores clave como las variables climáticas, las prácticas culturales y el uso de fungicidas. Además, es esencial disponer de variables de medición de la intensidad de la enfer­medad que sean informativas, junto con da­tos de alta calidad que permitan establecer umbrales adecuados para la toma de deci­siones. Los avances tecnológicos ofrecen la posibilidad de integrar plataformas digitales y herramientas automatizadas que mejoran la precisión y eficiencia de los datos recolec­tados. Estas herramientas deben facilitar la captura, el almacenamiento, la limpieza, el análisis y la visualización de la información, permitiendo que los resultados estén dispo­nibles en tiempo real en interfaces diseña­das para los usuarios finales.

La implementación de estos sistemas ga­rantiza una toma de decisiones basada en evidencia por parte de los equipos técnicos, optimizando el manejo de las enfermedades y el uso de recursos, como los fungicidas. Así, se logra definir estrategias oportunas, desde la identificación del momento óptimo de aplica­ción hasta la selección del tipo de fungicida en función del riesgo de selección de poblaciones menos sensible, lo que contribuye a la soste­nibilidad y eficiencia del manejo fitosanitario.

Referencias

Elad, Y., Williamson, B., Tudzynski, P., & Delen, N. (2007). Botrytis: Biology, Pathology and Con­trol. Springer.

Gent, D. H., De Wolf, E., & Pethybridge, S. J. (2011). Perceptions of risk, risk aversion, and barriers to adoption of decision support systems and integrated pest management: An introduc­tion. Phytopathology, 101(6), 630-643.

Madden, L. V., Hughes, G., & van den Bosch, F. (2007). The Study of Plant Disease Epidemics. APS Press.

Shtienberg, D., & Elad, Y. (1997). Incorporation of weather forecasting in integrated, biologi­cal-chemical management of Botrytis cine­rea. Phytopathology, 87(3), 332-340.

 

 

Elaborado por: Joaquín Guillermo Ramírez Gil

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de ciencias Agrarias, center of excellence in scientific computing.

jgramireg@unal.edu.co

Para: Interoc

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